sábado, 17 de diciembre de 2011

Tengo un pie precioso



La verdad es que hago maravillas con mis pies, pero ellos sólo me miran las tetas... ellos se lo pierden, como les pierde la boca. Necesito un hombre de verdad, no un día uno que me susurre a los cubatas, y al siguiente uno que susurre a los camellos. Tengo tanto que dar, pero ellos siempre entienden dar por follar. ¿ Están gilipollas?.

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